Las vueltas de la vida me han llevado a desarrollar un afecto increíble por la cultura, tradiciones y gastronomía del pueblo tarapaqueño. Desde pequeño mis emociones y sentimientos estuvieron ligado a la cocina, por esa razón me traslade desde San Antonio a Santiago a estudiar gastronomía.
Aún puedo recordar en mis tiempos de alumno, la primera vez que escuche hablar sobre lo que más tarde sería una de mis grandes pasiones la gastronomía de nuestro norte con sus ritos y tradiciones.
Hace ya más de quince años que mi trabajo ha tenido énfasis en conocer cada vez más sobre la cocina de nuestros pueblos, pero apasionado por la cultura tarapaqueña, lo que me ha llevado a vivir en terreno algunas fiestas y celebraciones al interior de Iquique y al interior de Arica, agradeciendo a la Pachamama y a mi patrono
San Lorenzo, quien me han dado la oportunidad de cocinar en su octava en la quebrada de Tarapacá en el pueblo de Huarasiña; lo que me ha permitido descubrir el respeto a lo pasado, lo que nos hace reconocer lo que somos en base a lo que fuimos.
Todo lo que he aprendido lo he llevado a los restaurantes en los que he trabajado, incorporando en los menú, no tan solo sus preparaciones, sino que también los productos locales, para llevarlos a la mesa de los comensales y así transmitir por medio de la cocina el sabor, la cultura, la magia y mi admiración que siento por la cocina nortina. En mi labor docente acá en la V región, entrego a mis alumnos el conocimiento adquirido con respaldo histórico y respeto a las tradiciones, esperando que tal como floreció en mi esta pasión les pase a ellos como futuros cocineros con identidad.
El resplandor del Inti reflejado en la tierra esforzada de nuestro norte contrasta con los colores de sus fiestas que llenan de alegría el territorio dando sazón a sus preparaciones con los productos que nos bendice la tierra, factores que cultivaron mi vida y mi desarrollo profesional.La pasión que siento por esta cultura, el amor y admiración hacia su gente y como he aprendido a respetar sus tradiciones; más los conocimientos adquiridos, me permiten definirme como un cocinero con identidad y la labor que desarrollo como docente me brinda la oportunidad de transmitir estos saberes con conocimiento, para mantener viva nuestra cultura.
De acuerdo con lo expresado, mi desafío profesional es seguir creciendo y aprendiendo de la cocina de nuestro norte para que sea conocida a nivel nacional; desde su base cultural con sus relatos y sus productos, para que las futuras generaciones de cocineros la transmitan de la misma manera y no caigan en improvisaciones de técnicas y/o productos de una receta que no solo daña la preparación; sino que daña la cultura, la tradición y principalmente a un pueblo que con mucho esfuerzo, alegría y respeto lucha día a día para mantenerse vivió
Con el respeto a las tradiciones del pueblo nortino, cultura que también considero mía, manifiesto mi compromiso para poner en valor su gastronomía desde su visión y tradición.