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Volver al pasado con visión de futuro

por | Cultura

En la Huayca, sector de la Noria, encontramos  el área de desarrollo del proyecto Hidroponía Tarapacá, proyecto  que busca visualizar el cuidado y optimización de las aguas sagrada como primer objetivo; para ello conversamos con el presidente de esta cooperativa agrícola, el agricultor Nibaldo  Ceballos Carrero, quien representa a un pequeño grupo de agricultores que  arraigados en el territorio,  están logrando  un cambio en la visión de cómo hacer  agricultura en el desierto más árido del mundo, conscientes de  su cultura sin perder la identidad y las tradiciones de sus comunidades.

El cambio climático a acrecentado el problema hídrico de Tarapacá, donde la región lleva años sufriendo con el tema de agua, agua que hoy en día no tienen, ya que pertenece a las grandes industrias, declara Nibaldo.

Este proyecto nace cuando identificamos que hay poca agua en el territorio y de esta manera hacemos conciencia regional de cuidar nuestras aguas, ya que estas son sagradas.

Nuestra conexión es muy fuerte con la Pachamama, ya que como comunidad nos hemos dado cuenta de las alteraciones del ecosistema y es ahí donde esta interacción nos genera un vínculo de cuidado y protección, logrando una producción estable, estándar  y eficiente;  respetamos las aguas no por su valor económico, sino porque nos da la posibilidad de mostrarle al mundo que con poca agua podemos hacer mucho, por eso desarrollamos este proyecto con los mismos insumos que tiene la zona, haciendo piscinas de caliche con lo que sale de la tierra, su barro y sales, construyendo canchones,  que son construcciones de sales como lo hacían nuestros antepasados, pero encapsulando nuestras aguas, para guardarlas y conservarlas.    

Los canchones son depresiones del terreno y nosotros buscamos con nuestro proyecto  una identidad con el  territorio,  imitando lo que hacían nuestros  antepasados, nuestros abuelos y sus abuelos;  en este sector que eran  pequeñas excavaciones y sobre esto existía un piso  con toda la calidad que tiene la tierra para llevar a cabo la  agricultura  natural llamada también  agricultura de arruleo, donde la propia tierra aporta la humedad necesaria y nosotros colocamos las semillas y la tierra cría nuestra producción, este caso era una producción natural que representa el territorio;  pero nos vimos afectados por todo el crecimiento demográfico y explotaciones en la  zona, donde nuestras aguas  tuvieron que bajar y ahí donde nosotros hicimos construcciones de un metro y medio de ancho con treinta metros de largo, único yo creo, enfatiza Abelardo y continua, cuando vemos los canchones antiguos, construidos por nuestros abuelos de seis metros de ancho, por 600 metros de largo,  es ahí donde hacían la agricultura real sobre la tierra, nosotros hemos querido replicar esas enseñanzas, pero adaptándolas, ya que las aguas bajaron, nuestros abuelos tenían el agua a un metro y medio de profundidad.

El uso de nuevas tecnologías en estos procesos de cultivo, no ha alterado la ritualidad desde la identidad del pueblo aymara;   día a día estamos en contacto  directo con la tierra, con el cuidado de las aguas, el respeto al colocar una semilla, de pedir permiso  a la Pachamama cuando uno cosecha a la tierra; en este caso pasa lo mismo, estamos vinculando el agua con estas piscinas de adobe, pero siempre ligado  a la cultura y a la Pachamama,  sin perder su conexión  ya que la madre tierra está mirando y protegiendo la producción agrícola; ella nos ha entregado la sabiduría para seguir manteniendo vivas nuestras producciones  a pesar de los cambios, pero siempre debemos hacerlo con respeto a nuestras tradiciones y a nuestra esencia.

Tenemos la libertad de poder hacer cambios, son fundamentales para el desarrollo, yo lo llamo “VOLVER AL PASADO CON VISIÓN DE FUTURO.

Nuestro grupo compuesto por indígenas y no indígenas, todas personas que respetan nuestras aguas ancestrales se propuso como uno de sus objetivos principales , demostrarle al mundo que si se puede cultivar en el desierto más árido del planeta, logrando producir lechugas, frutillas, espinacas , acelgas, tomates cherry, etc.

Nibaldo comenta; la academia desconoce muchas cosas que hemos hecho, que no es posible, cómo lo hacen?, porque lo hacen?, nosotros declaramos que hemos dado el puntapié inicial   y que gracias a este proyecto, actualmente hay fuertes inversiones en hidroponía, aunque no somos los primeros y que ojalá más hermanos se sumen a este tipo de proyectos con nuevas tecnologías, manteniendo la esencia y tradición.  

Hay hermanos que  están trabajando en el regadío por goteo,  tecnología un poco más cara, pero que es auto compensada , mucho más  moderna y efectiva,  para los tiempos que estamos viviendo; ya que nuestra madre tierra nos indica  que visualicemos el cambio, qué empoderemos nuestro territorio y veamos  fórmulas  para seguir adelante,  ha sido una etapa muy fuerte que hemos vivido en terreno, a causa del  impacto medioambiental, quizás invisibilizado  porque  no somos una región que tenga como eje central de desarrollo la agricultura.

Actualmente hay muchos hermanos que se han dado cuenta que volviendo al pasado podemos defender nuestro presente para, nuestras semillas y nuestros hijos; ese es el camino indicado por la madre tierra, que cambiemos, pero sin perder la identidad y de esa manera lo estamos viviendo, no solo nuestras comunidades indígenas locales, sino que todas las comunidades indígenas del mundo.

Este proyecto ya tiene 7 años, desde ese momento se ha compartido con los hermanos la visión de generar mas oportunidades en los territorios, pero siempre nuestro problema era el agua, pero con mi familia siempre el sueño fue tener derechos de agua constituidos , la falta de agua ha sido el freno que ha limitado el desarrollo agrícola de algunos de nuestros pueblos , son muy pocos hermanos que tiene el derecho al agua;  a pesar de la existencia de varios proyectos , pero la separación de la tierra y el agua por intermedio de una ley, se pierde el derecho de participar en ellos, pero lamentablemente la falta de apoyo , hace que los hermanos abandonen el territorio;  somos chilenos y por lo tanto merecemos las mismas oportunidades y que sean mas accesible, si bien la información para postular a proyectos esta en internet pero no todas las comunidades tiene acceso a estos servicios, eso impide avanzar específicamente en la agricultura clásica que también llamamos la agricultura de la tercera edad , les llega muy poca información y no manejan las redes sociales, por esa razón, quizás la población más joven deberían exigirle al estado una mejor difusión y apoyo a las comunidades, ya que si existen recursos.

La valoración de los productos locales desde la cocina, necesita de los sabores y saberes de las cocineras tradicionales y la hermana Aurora Cayo, gran representante de nuestra cultura, ha puesto en valor productos, preparaciones, ritos y ceremonias de nuestras comunidades.

Preocupados de mantener y proyectar la producción agrícola local , han generado un convenio con el Liceo Técnico Padre Hurtado de Pica, donde estudian muchos jóvenes indígenas la carrera de Técnico Agrícola, donde comparten con los estudiantes sus tecnologías y espacios de producción.

En el caso de los estudiantes de gastronomía, Nibaldo relata: La producción agrícola  de nuestros pueblos no se debe alejar de las futuras generaciones de cocinero, por lo tanto deberían estar en la tierra participando de tradiciones y ritos, para sentir los olores, de la tierra mojada, de las plantas y de los frutos, ver los colores, generando  vínculos, que deberá ser plasmado en la producción de platos con afectos.

Como pueblo empoderarnos de la cultura y las tradiciones, volver a cultivar proteger las aguas y nuestras semillas, tener la humildad de escuchar a la madre tierra y estar preparados para defenderla.

En buena hora.